Narra cómo el legendario Billy Beane (de los Atléticos de Oakland) logró mantenerse en los primeros lugares de su división durante varios años a pesar de contar con un presupuesto muy inferior al de algunos de sus rivales. Beane se servía de un sofisticado sistema de informática con el que diseñaba sus equipos de forma que pudieran luchar por las World Series.